miércoles, abril 07, 2010

Querencia


Todas las historias de amor están escritas. Cualquier sentimiento por burdo que sea fue sufrido o imaginado por alguien previamente. Nos identificamos una vez tras otra con palabras y versos rimados que nos congojan. Pero no puedo evitar pensar que en cierto modo dejamos de ser especiales. En primer momento cuando escucho esa simbiosis entre lírica y mis propios sentimientos me redimo ante su métrica, pero tras ello veo que mi sufrir, mi historia no es original, es otra más, igual. No me alegro al saber que otra persona tiene mis mismos problemas, no siento esa empatía triste de la igualdad como algo bueno, sino todo lo contrario, creí que mis nervios a flor de piel eran únicos, incomparables, y me entristezco al ver que no es ni mucho menos así. Es algo por lo que todos tendremos que pasar, mas simple, más complejamente, pero la bondad de hacer único un momento no existe. Somos particularmente increíbles e inigualables, somos conjuntamente el mismo mejunge. Precioso a la vez que desolador...

2 comentarios:

  1. Puede que parezcan los mismos sentimientos, pero cada cual los vive como ùnicos, los siente de tal manera que nadie puede convencerme de que pueda tener ese mismo sentimiento, porque es tuyo, y porque no somos iguales.
    Tu historia es tan original como tu quieras hacerla, porque no habrà otra que te haga vivir los mismos momentos ni mucho menos los mismos sentimientos.
    Siempre seguiremos siendo especiales, eso es algo que no se puede perder.

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  2. Tu eres tu, y yo te aprecio por cómo eres a mi manera. Igual que tu también lo haces con otras personas.
    Si no quieres creerlo, no lo creas, pero es así. Cada cual es diferente e irrepetible, y los sentimientos son únicos y están a buen resguardo en tu mente. ¿De verdad crees que otra persona puede sentir exactamente lo mismo que tu cuando tocas esa canción?

    Yo no.

    G.A.

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